Mamá, no quiero ir a la escuela Abandono escolar: reto de la educación a distancia.
Mamá, no quiero ir a la escuela
Abandono escolar: reto de la educación a distancia.
Abril del 2021
Por Aldo Mendoza Parra
Primer acercamiento a la deserción
Las primeras veces que veía a niños de mi edad (entre siete y nueve años) laborando en algún puesto de abarrotes o algún negocio similar, especulaba: “¿por qué hacen eso si el trabajo es solamente para los adultos?” Al principio me era un poco complicado pensar que los niños trabajaran. Resulta que en algunas ocasiones eran chicos que se dedicaban a estudiar y trabajar (admirable para mí desde que fui niño), pero en otras situaciones me enteraba que eran incluso jóvenes quienes dejaron a un lado los estudios para dedicarse a otra cosa. Más era mi impresión al leer y ver gráficas en mis textos de Geografía de 5to. de primaria acerca del abandono escolar; y sobretodo ver a México en esas listas de deserción.
Naces, creces, apruebas tu examen de admisión a la Universidad de Oriente, y te das cuenta de que el abandono escolar sigue en aumento. Pero ¿por qué sigue ocurriendo esta problemática social? Veamos en los siguientes párrafos qué está ocurriendo aquí.
“Abrid escuelas y se cerrarán cárceles.”
Concepción Arenal
Romance educativo mexicano.
En la historia moderna de México, se ha presentado a la educación, según las instituciones, como la condición básica para que los individuos alcancen la ¿igualdad? de oportunidades y la justicia social; para ello, se le ha conferido la calidad de derecho humano, asignando a la escuela la tarea de acercar a los individuos a la cultura, a la formación cívica, al conocimiento científico y tecnológico y a la oportunidad de aprender a aprender.
Por su parte, la Secretaría de Educación Pública S. E. P. dice: la educación es el principal componente del tejido social y el mejor instrumento para garantizar equidad y acceso a una mejor calidad de vida para todos, además de ser formadora del talento humano requerido para la competitividad y el desarrollo del país.
A lo anterior también se asigna una misión, visión, valores… y una amplia variedad de organigramas para su mejor aprovechamiento en la distribución de cargos institucionales y de distribución justa y emprendida de la educación nacional. Algo así como si se tratara de una empresa. ¿O no es eso de lo que se trata?
Pero a todo esto hay un problema, y ese es la cantidad de rezagos que he percibido (por televisión, periódicos, internet, el aula) como estudiante, docente y directivo durante esta vasta carrera por la educación. La cobertura, la calidad, la gestión administrativa, las malas inversiones y falta de recursos son de forma general los mayores problemas de la educación (me atrevo a escribir) a nivel global.
“Nuestro actual sistema educativo agota
sistemáticamente la creatividad de los niños.
La mayoría de los estudiantes nunca llegan
a explorar todas sus capacidades e intereses.”
Sir Ken Robinson.
¿Estudiar conviene? ¿Conviene mucho?
https://www.youtube.com/watch?v=A-K5WmP9Lxs
¿Qué es el abandono escolar?
La palabra “abandono” se refiere ni más ni menos al acto y el resultado de dejar algo, o bien, alejarse de él. Y cuando hablamos de abandono escolar, significa el alejamiento de un estudiante de una institución educativa antes de la finalización de la etapa que estaba cursando. Dicho de otro modo, cuando un estudiante deja de asistir a la escuela pese a que todavía no completó su formación, está incurriendo en el abandono escolar.
El abandono escolar es un problema social. Aquellas personas que no completan la formación obligatoria que fija el Estado no cuentan con los conocimientos necesarios para insertarse con éxito en el mercado laboral. De este modo, solo pueden aspirar a conseguir empleos informales o precarios, sin posibilidad de progreso. Puede decirse que estos individuos se encuentran en desventaja ante aquellos que sí completaron sus estudios escolares.
Víctimas y responsables en el abandono escolar.
Para los jóvenes, el acceso a la educación es un derecho. Por lo tanto, el abandono escolar convierte al niño en una víctima. Por otra parte, debido a la obligatoriedad de la escolaridad, los padres que permiten que un menor abandone la escuela son responsables de esta circunstancia.
Por lo general, el abandono escolar está relacionado a otras incidencias sociales. Hay padres que, ante la falta de dinero, no pueden enviar al niño a la escuela, ya que no logran solventar los gastos de traslado, alimentación, material de estudio, etc. A su vez, la necesidad de generar ingresos lleva a los adultos a hacer trabajar a los niños. Así se produce el abandono escolar. Para evitar esto, el Estado debe garantizar que la familia acceda a los recursos materiales necesarios para su subsistencia y para que el menor pueda completar sus estudios
Según Vincent Tinton, la deserción escolar puede ser voluntaria (por iniciativa del alumno) o forzada (por impedimento de los padres, motivos económicos, migratorios, etc.) e involucra aspectos sociales, individuales o psicológicos del alumno, del ambiente escolar, entre otros.
En México, el abandono escolar tiene particularidades que obedecen al número de miembros que forman parte de una ciudad o localidad, a su magnitud o bien a sus niveles de desarrollo, como lo evidencia el estudio realizado por el XII Censo General de Población y Vivienda.
Distribución porcentual de la población de 25 a 64 años por grupo de edad según nivel y promedio de escolaridad en 2016.
“Las escuelas son la base de la civilización.”
Domingo Sarmiento Faustino.
… Y lo que faltaba: la pandemia de cada 100 años.
Incluso antes de la pandemia de COVID-19, el mundo ya enfrentaba una crisis de aprendizajes. Antes de la pandemia, 258 millones de niños y jóvenes en edad escolar estaban fuera de la escuela. Y una baja calidad educativa significaba que muchos de los niños que estaban escolarizados aprendían poco. La tasa de pobreza de aprendizajes en los países de ingreso bajo y de ingreso mediano era del 53 %, lo que significaba que más de la mitad de los niños de 10 años no podían leer y comprender un relato sencillo adecuado para su edad.
Todo esto significa que el mundo ya estaba bastante alejado de poder cumplir con el Objetivo de Desarrollo Sostenible de la Organización de las Naciones Unidas O.N.U. que compromete a todos los países a garantizar que “todos los niños terminen la enseñanza primaria y secundaria, que ha de ser gratuita, equitativa y de calidad”.
La pandemia ya ha tenido un enorme impacto en la educación con el cierre de las escuelas en casi todos los lugares del planeta, en lo que representa la crisis simultanea más importante que han sufrido todos los sistemas educativos del mundo en nuestra época. El daño es y será más pronunciado a medida que la emergencia de salud se traslade (ya lo hizo) a la economía y provoque una profunda recesión mundial. Sin embargo, han surgido medidas para tratar de contrarrestar estos impactos y convertir la crisis en oportunidad.
“Una escuela centrada en el individuo tendría que ser rica en
la evaluación de las capacidades y de las tendencias individuales.
Intentaría asociar individuos, no sólo con áreas curriculares,
sino también con formas particulares de impartir esas materias.”
Howard Gardner.
No cabe duda de que a corto plazo los costos para la educación, y para todo aquello que la sociedad valora, han sido significativos; no obstante, si las naciones reaccionan con rapidez (ya pasó un año) para apoyar el aprendizaje continuo, pueden mitigar el daño al menos en parte. Y con la planificación y las políticas correctas, pueden aprovechar la crisis (sí, ya pasó un año) como una oportunidad para crear sistemas educativos más eficientes. A todo esto, debemos reflexionar acerca de los objetivos logrados y con mayor énfasis a los no conseguidos.
La educación a distancia como vía alterna.
La modalidad de educación a distancia, fundamentalmente en soporte digital, vino a ofrecer soluciones de emergencia a dicha crisis actual, ya que ha alimentado a espíritus innovadores que han ayudado a la búsqueda de soluciones educativas en época de confinamiento. El Foro Económico Mundial (2020) afirma que la pandemia se ha convertido en un catalizador para que las instituciones educativas de todo el mundo busquen soluciones innovadoras en un período de tiempo relativamente corto.
Muchos de esos millones de estudiantes, privados de la asistencia a la formación presencial en sus habituales centros de estudios, están manteniendo desde sus hogares un nivel de trabajo con una gran exigencia en cuanto al esfuerzo y rigor exigidos digna de elogio. Clases emitidas en directo por internet, radio y televisión y, sobre todo, centenares de aplicaciones y programas informáticos que han ido creciendo en progresión geométrica para atender las necesidades educativas en todos los niveles del sistema.
Las operadoras de telecomunicaciones, las empresas y organizaciones privadas reaccionaron adecuadamente, ofreciendo, por una parte, la amplitud de banda necesaria, y por otra, servicios, programas, software, plataformas, etc., para facilitar la docencia en línea ante el momento de crisis sobrevenido sin avisar. Tomemos en cuenta que existe una previsión de que el mercado mundial de la educación en línea llegue a una inversión global de 350.000 millones de dólares en 2025 (Research and Markets, 2019).
Mucho texto.
Los últimos párrafos de este texto parecen anunciar hechos sumamente prometedores en cuanto a la educación (al menos la de mantener el número de activos hasta antes del 2020 con una amplia variedad de avance e innovación tecnológica académica). La pregunta a esto sería: ¿qué tan eficientes han sido cada una de estas acciones a la situación escolar actual? ¿y si todo sale bien? ¿y si fallamos? ¿qué pasará…? ¿qué misterio habrá…? Puede ser mi próxima publicación la que responda estas preguntas.
“Un abandono escolar comienza al momento
en que dejamos de aprender con el corazón”
Aldo Mendoza Parra, 2021.
Fuentes de consulta:
https://es.statista.com/estadisticas/1196796/desercion-escolar-nivel-edu...
https://www.gob.mx/sep/acciones-y-programas/vision-y-mision-de-la-sep
https://pubdocs.worldbank.org/en/143771590756983343/Covid-19-Education
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