¿Las artes deberían tener algún espacio en los aprendizajes?

Por: Carolina Herrera Arzate

La respuesta en definitiva es sí, y ¿por qué?

El docente de Harvard, Howard Gardner, pionero en los 80´s de la teoría de las inteligencias múltiples, sostenía que para que el sistema educativo sea eficiente y forme individuos plenos e íntegros, capaces de desarrollar sus habilidades y capacidades, tiene que alimentar y fomentar todas las formas de inteligencia, incluidas las relacionadas con el arte; en caso contrario, descuidaría parcelas fundamentales del potencial humano y frenaría el desarrollo cognitivo de los niños.

 

Las disciplinas como la danza, música y teatro crean conexiones neuronales dando lugar a la plasticidad de nuestro cerebro y que esta a su vez cree más canales que facilitan la comprensión de nuestro alrededor. “Hace unos años, la prestigiosa publicación científica Nature, daba cuenta de una investigación realizada en colegios públicos de Rhode Island en la que se mostraban los resultados de una hora adicional de música y artes plásticas sobre niños de entre cinco y siete años que iban retrasados en casi todas las materias con respecto a sus compañeros de clase. Al cabo de siete meses, esos niños habían alcanzado el mismo nivel de lectura que el resto de los estudiantes e incluso los habían sobrepasado en matemáticas. El director de la investigación no podía ser más claro al hacer conclusiones: Creemos haber demostrado con datos científicos que la enseñanza musical y artística no debe considerarse un lujo adicional, sino un componente fundamental de la educación, ya que puede ayudar a los niños a desarrollar sus capacidades en otras materias.” (González, 2018). Con base en este estudio se puede observar que los niños son arte, viven en el arte y el arte los moldea entonces no se debería excluir o menospreciar las horas en las que el infante tome praxis que le permitan experimentar, sentir, moldear, crear, innovar y transformar, de acuerdo a los pilares de la UNESCO “saber, saber hacer, ser, convivir y transformar (recientemente agregado) es indispensable que para que el estudiante sea competente en su entorno debe de saber, poseer conocimientos, hacer, realizar acciones o técnicas para el logro de objetivos, ser, descubrirse a sí mismo y poseer valores y principios, formar relaciones con las personas que lo rodean y ahora tomando todas esas habilidades transformar su conocimiento en algo más.

 

No podemos pedir actividades que sean enfocadas en el pensamiento divergente cuando nos enfocamos en que los estudiantes, escuchen, repitan y hagan ejercicios en la libreta. Para poder realmente motivar y hacer que los estudiantes utilicen sus habilidades a la máxima expresión, es necesario que desde los niveles más básicos (kínder y primaria) se impartan materias de artes que les permitan desarrollarse personal, social y físicamente, así como expresarse eficientemente, explorar lo que les rodea, adquirir conciencia sobre sí mismos y sobre las personas que están a su alrededor.

“El arte sensibiliza y los artistas, al ser seres sensibles crean una mejor sociedad” (García, 2018).

El arte nos permite vivir en el aquí y el ahora, respetando a la naturaleza, viviendo en armonía y lo más importante siendo capaces de vivir nuestras emociones de una manera sana y consciente que nos lleve a la felicidad.

Recuerdo muy bien cuando de pequeña mi hermana decía “yo de grande quiero ser feliz como papá y mamá” busquemos eso en nuestros hijos, hermanos, amigos, estudiantes, por que una persona feliz es aquella que alcanza lo que se propone, hace lo dice y está en armonía con su entorno.

 

Referencias:

Nolasco del Angles, M. (2019). Estrategias de enseñanza en educación. Recuperado de: https://www.uaeh.edu.mx/scige/boletin/prepa4/n4/e8.html

Con mis hijos. (2019). La importancia del arte en el desarrollo del niño. Recuperado de: https://www.conmishijos.com/educacion/aprendizaje/la-importancia-del-art...

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