La imaginación aplicada a tu día a día

Por: Carlos Labra Cáceres

 

“El verdadero signo de la INTELIGENCIA no es el CONOCIMIENTO… es la IMAGINACIÓN.” - Albert Einstein

La imaginación juega un papel importante en nuestro día a día, es una facultad sumamente poderosa que tenemos todos los humanos. Nos ayuda a proyectar nuestro camino, establecer prioridades y ayudarnos a buscar soluciones en las situaciones más variadas y complejas, también puede ayudarnos a perfeccionar destrezas y generar soluciones a problemáticas.

Si alguna vez has repasado en tu mente alguna conversación o alguna tarea trascendente que debes realizar para ti y si además en esta repetición imaginaria te has permitido expresar aquello que realmente te hubiese gustado comentar o hacer y que no se te ocurrió en ese momento, no te preocupes: no tienes ningún problema. Simplemente estás utilizando el poder de tu mente para entrenar la respuesta adecuada para la siguiente vez que pases por una circunstancia semejante. Y ten la certeza que cuando vuelvas a encontrarte ante una situación parecida, sabrás qué decir y podrás exponer tus argumentos de forma mucho más fluida y válida para tus intereses.

“Imaginar una acción induce cambios cerebrales que en algunos aspectos son idénticos a los que se producen al hacerlo físicamente”, dice Pascual-Leone.

No solo posees la extraordinaria cualidad de poder representar en tu mente imágenes sin necesidad de tener presente el estímulo real, sino que además puedes, durante estas representaciones imaginarias, experimentar las mismas sensaciones que habrías tenido en circunstancias análogas de tu vida real.

Esto significa que la imaginación no solo tiene el poder de recrear y evocar estas sensaciones y circunstancias, si no que aplicándola con enfoque y objetivos puede ayudar en la mejora de prácticas. Álvaro Pascual-Leone, profesor español de Neurología en la Universidad Harvard, ha demostrado cómo la práctica mental ayuda a los músculos a mejorar sus habilidades. Al imaginar una escena se activan zonas del cerebro similares a las que se activan cuando la estamos viviendo realmente. De hecho, para nuestro cerebro, apenas hay diferencia entre una escena vivida y una imaginada, ya que ambas pueden provocar reacciones y emociones parecidas.

En la práctica para obtener excelentes resultados trabajando con la imaginación se da al combinar la experiencia real con la práctica imaginada. Practicar, previamente, en vivo nos da una base sobre lo que podemos trabajar después de forma imaginada. Lo que no podemos, por ejemplo, aprender a cocinar si nunca lo hemos hecho antes. Pero si es cierto que una vez experimentadas en la realidad las destrezas básicas del ejercicio que queremos realizar, la imaginación puede acelerar el aprendizaje y potenciar el resultado.

Para poder aplicar un cambio en una circunstancia que estemos viviendo, tenemos que hacernos estas siguientes preguntas:

¿Cómo me hace sentir la situación?

¿He tenido sensaciones parecidas en el pasado?

¿Estoy ante un patrón repetido en mi vida?

¿Cómo me gustaría actuar o cómo quiero poder reaccionar ante esta situación?

¿Qué necesitaría hacer?

Tras responder estas preguntas podrás crear un escenario propio el cual te ayudara a trabajar en la imaginación aquellos aspectos positivos que quieras lograr.

Solo con pensar e imaginar en ello, ya has comenzado a trabajar para conseguirlo.

 

Referencias Bibliográficas

https://elpais.com/elpais/2017/03/08/ciencia/1489000861_407908.html

https://www.benjaminporras.com/2018/05/30/atrapa-el-exito-a-traves-de-la-visualizacion/

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