Inclusivo, Incluyente, ¿qué tan lejos o cerca estamos de serlo?

Por: LCC. Malú Valencia.

A tiempo cercano es común escuchar que una empresa es incluyente, algún tipo de servicio o las instituciones educativas, pero ¿qué significa realmente?

La inclusividad se presenta como un derecho de todas las personas y no solo de aquellos calificados con necesidades derivadas a una discapacidad. Pretende pensar las diferencias en términos de normalidad.

En teoría se escucha muy bien, aplaudimos cuando alguien levanta la mano y se proclama como “empresa inclusiva” pero ¿esto es responsabilidad solo de los grandes entes? El gobierno, empresas, escuelas. La respuesta es no.

La inclusión la podemos explicar de manera sencilla con el siguiente ejemplo: imagínate que estás en una fiesta, hay muchas personas y entre ellas hay una persona con discapacidad, el que esté presente en la fiesta no es suficiente, tendría que convivir con el resto, platicar, bailar, comer, realizar a su manera las mismas actividades que el resto para considerar una inclusión.

Ahora si llevamos este ejemplo en nuestra vida diaria, ¿con cuántas personas con discapacidad convives diariamente? En tu trabajo, en tu universidad, en el transporte público, en tu calle, en tu casa. Y no estoy diciendo a ¿cuántas personas con discapacidad ves diariamente? Convives Ahí es donde comenzó mi reflexión, ¿qué podría hacer yo para incluirlos en mi propia fiesta?

Primero reconocer que son personas con una discapacidad pero no son la discapacidad, por lo tanto simplemente son personas. La diversidad es una fortaleza y no solo con las personas con discapacidad, con todos en general debemos transmitir pero sobre todo creer que las diferencias que existen entre las personas son un valor positivo, a todos nos enriquecen.

Te invito a no dejar toda la responsabilidad de la inclusión en las empresas o el gobierno, la inclusión va desde nuestra forma de pensar y dirigirnos a los demás, la decisión de ser líderes al tratar a todos con el mismo respeto, abrazar las diferencias, eliminar los sesgos inconscientes, reconocer las situaciones personales de los individuos, cualquiera que sean.

Expandir nuestra relaciones y conexiones, mientras más nos enfoquemos en llegar a personas más allá de nuestras conexiones conocidas, más inclusivos seremos.