Factores que influyen en el aprendizaje del inglés como segunda lengua en México

Mientras el mundo se conecta cada vez más a través del comercio, viajes y cultura, también ha crecido la necesidad de que país e individuos hablen un idioma en común: el inglés. En la actualidad, el aprendizaje de una segunda lengua se hace cada vez más indispensable como medio de comunicación derivado del auge de nuevas tecnologías, el impulso al sector turístico o la simple necesidad de intercambio de información. Una de las secciones en las que un idioma alterno es una gran ventaja, es la laboral, puesto que abre muchas opciones en distintos ámbitos y propicia el crecimiento profesional, no obstante, existen diversos factores que dificultan este proceso.

México, como uno de los países más importantes y con mayor población de América Latina, “se está quedando atrás en el dominio del inglés” (Hundhammer, 2019). Es sabido que un número pequeño de habitantes domina un segundo idioma, y los que lo hacen, han sido orillados por la necesidad de encontrar un mejor trabajo, buscando la excelencia laboral. Por ello, se determina que la adquisición de un idioma de respaldo debe ser considerada como una herramienta indispensable en el ámbito laboral, pero que debe ser iniciado desde el personal.

Muchos lingüistas creen que la obtención de una lengua alterna es diferente a cuando se adquiere el idioma materno, sobre todo en las personas adultas. El motivo es claro, tal como lo mencionan Santana, García-Santillán y Escalera-Chávez (2016): “Los adultos tienden a ser más analíticos, por lo que aprovechan mejor la enseñanza directa y explícita de conceptos lingüísticos”. Si bien es cierto que una persona mayor inicia el aprendizaje de otro idioma por decisión propia, que lo somete al compromiso de esforzarse por aprenderlo, los pequeños tienen una mayor capacidad de retención de información, sumado a que estos últimos se encuentran en la etapa de aprender y repetir datos haciéndolos parte de su vida cotidiana. En este sentido, Reyes, Murrieta y Hernández (2012), consideran que:

[…] En la actualidad hay una gran tendencia a enseñarlo a temprana edad. Esto se debe, entre otros factores, a la creencia popular de que los niños aprenden con mayor facilidad una lengua que los adolescentes o adultos. […] Los niños tienen mayores posibilidades de desarrollar una competencia cercana a la de un nativo debido a una mayor plasticidad cerebral y a su dsinhibición al realizar actividades en otro idioma.

 

De acuerdo con el Diccionario de la Lengua Española (DLE, 2014) el aprendizaje es: “la adquisición por la práctica de una conducta duradera”. Se sabe que este es continuo, por lo que, independientemente de la edad del individuo, es aquí donde surge uno de los factores que entorpece la obtención de un segundo idioma: la educación básica en el país no cuenta con planes para incentivarlo.

Las cifras son alarmantes. Tal como lo menciona Mendoza (2015): “el 97% de los adolescentes mexicanos llega a la preparatoria sin poder comunicarse en este idioma y no comprende expresiones básicas del mismo”. Si desde temprana edad se motiva este aprendizaje, es factible encontrar mayores posibilidades académicas en grados superiores que, a su vez, servirán como medio para encontrar un empleo acorde a los niveles de conocimiento que el estudiante ha adquirido. Para reducir este preocupante dato, el gobierno mexicano ha implementado un proyecto conocido como Programa Nacional de Inglés en Educación Básica (PNIEB, 2010),  el cual busca estructurar la enseñanza del inglés en los niveles de educación básica (preescolar, primaria y secundaria) para que, al concluir el último de estos, los estudiantes comiencen a demostrar aptitudes y competencias lingüísticas y culturales que se necesitan para confrontar los retos que el mundo globalizado presenta; además, pretende ampliar la visión de los alumnos a nivel global e instruirlos a amar y respetar su propia cultura y la de los demás.

Un elemento que también tiene mucha repercusión en este sentido es propiamente, el laboral. Las empresas, actualmente, no exigen el idioma inglés como requisito (salvo algunos casos en los que es necesario, por el giro de estas). No obstante, en las situaciones que sí aplica el idioma inglés, tampoco propician o alientan a sus empleados a tomar cursos o especializarse para mejorar sus habilidades con este idioma, provocando un estancamiento. En este sentido, influye el ramo del negocio, por ejemplo: una agencia de viajes tendrá a sus empleados utilizando lenguaje enfocado únicamente en dicha área; en comparación, una firma de traductores especializada tiene una perspectiva más amplia.

Otro de los factores que influye en el aprendizaje del inglés es el ámbito emotivo, no basta con que las instituciones se preocupen por implementar iniciativas a estudiantes y empleados si estos no tienen el interés de hacerlo. Como bien comenta Santana et al. (2016):

El campo afectivo incluye una variedad de factores: empatía, autoestima, extraversión, inhibición, imitación, ansiedad, actitudes, entre otras. Las actitudes que se tienen hacia la lengua son de particular importancia ya que, cuanto mayor sea el interés del aprendiz en el idioma y su cultura, más fácil será su aprendizaje. La actitud está muy ligada a la motivación.

 

Según el Consejo Británico (2014), la principal razón por la que se estudia inglés en el país es por obligación en la escuela, con un 51%, seguido por mejorar las oportunidades laborales y necesidad para ingresar a la universidad en segundo y tercer lugar respectivamente, entre un 42% y 45%; esto adquiere sentido pues se busca que, el mexicano inicie el contacto con el idioma desde la educación básica y el resto de su formación educativa para así, enfocar este conocimiento en la búsqueda de la realización profesional.

Entonces, ¿Cuál es el nivel de inglés de los mexicanos? Tal como se informa en el Índice de Dominio de Inglés, de Inglés Primero (EF EPI, por sus siglas en inglés, 2019), México se localiza en el lugar 67 de 100 posiciones, con un puntaje 48.99, que lo coloca en el rango de dominio bajo confirmando que se encuentra por debajo de los niveles que establece dicha institución, posiblemente derivado de diversos factores como la falta de programas que incitan a adquirir esta lengua. Por otra parte, los estados con mayor índice de dominio del lenguaje son el Distrito Federal, Nuevo León y Jalisco en las tres primeras posiciones, probablemente causado porque el primero es la capital de país; cuenta con las mejores universidades y en él se centraliza el sector de negocios; para el caso de Nuevo León, al ser un estado relativamente fronterizo con los Estados Unidos, se propicia la interacción con el idioma; por su parte, Jalisco es, junto con los dos anteriores, uno de los estados más importantes y con mayor influencia turística. Sorprende el caso de Quintana Roo, el cual ocupa el lugar número 18 de los estados, y su ciudad principal Cancún, que a pesar de ser el polo turístico más importante del país, y por ende, tener mayor contacto e influencia de los extranjeros, no figura entre los primeros 8 resultados.

Estos datos hacen que se cuestione por qué el mexicano se resiste a aprender el idioma conocido como universal cuando existen un cúmulo de instituciones públicas y privadas que ofrecen cursos y programas dedicados a la adquisición de esta lengua. De acuerdo con el Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO, 2009), las personas que tomaron un curso obtuvieron como beneficio incrementar sus habilidades, ocupando el primer lugar con 26%. Nuevamente, el enfoque del campo laboral se hace presente, con un 25% de individuos que pudieron especializarse en su área de trabajo gracias a este idioma. Por último, el 16% de personas lograron mejorar la calidad de sus productos o servicios gracias a capacitaciones.

Ante esta situación, el mexicano debe eliminar la idea de su cabeza que el inglés es difícil. No lo es. Para encontrar el crecimiento personal y luego profesional, se tiene que enfocar en la mejora continua; las nuevas tecnologías, el auge de las grandes empresas en otros países, de las que llegan a México a establecerse buscando expansión; el incremento del turismo que visita el país con el ánimo de encontrar un espacio de recreación y aprender de la cultura, son motivos suficientes para perseguir la excelencia y dominio del inglés. Es necesaria una mayor exposición a este idioma. No se puede esperar a que en la escuela, el trabajo o cualquier otra situación, soliciten este conocimiento para comenzar con la búsqueda de información.

Sin embargo, el mexicano no puede hacer esto solo; es imperante que el gobierno y sus instituciones educativas busquen e implementen nuevas iniciativas y, de ser necesario, obliguen a las personas a acercarse a esta lengua; que el primer acercamiento se propicie cuando un pequeño está hambriento de conocimiento, para que el joven y el adulto desarrollen el amor por otro idioma, sin dejar atrás el propio. Pero también es imprescindible que el mismo gobierno se asegure que estas campañas permanezcan a pesar de los cambios de mando. Las compañías no se quedan atrás, también deben incentivar que sus trabajadores se interesen en el idioma, impartiendo capacitaciones que permitan al empleado mejora continua.

En conjunto, estas acciones traerán como resultado un mexicano capaz, especializado y con el conocimiento necesario para lograr que su empresa se encuentre entre las mejores del mundo, lo que a su vez, favorecerá el desarrollo de México como una potencia en materia de educación, economía y turismo.

 

Por Arnold Andrei Ucan Cime.

Licenciatura en Lenguas Extranjeras.

Universidad de Oriente Campus Cancún.

 

Referencias

Diccionario de la Lengua Española (DLE). (2014). Aprendizaje. Disponible en: https://dle.rae.es/?w=aprendizaje&m=form.

Hundhammer, M. (2019). EF EPI 2019: El nivel de inglés en México sigue disminuyendo. Disponible en: https://www.ef.com.mx/blog/language/nivel-de-ingles-en-mexico-sigue-dism....

Índice de Dominio de Inglés de Inglés Primero (EF EPI, por sus siglas en inglés). (2019). Ficha Informativa EF EPI 2019. México. P. 1. Disponible en: https://www.ef.com/~/media/centralefcom/epi/downloads/fact-sheets/v9/ef-....

Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). (2009). Inglés es posible. Propuesta de una agenda nacional. Pp. 12, 28. Disponible en: https://imco.org.mx/wp-content/uploads/2015/04/2015_Documento_completo_Ingles_es_posible.pdf.

Mendoza, M. (2015). Políticas públicas educativas para la enseñanza del Idioma Inglés como segunda lengua, breve estudio comparativo en Colombia, Costa Rica, México y Uruguay. Revista Latinoamericana de Educación Comparada. 8. P. 128. Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6556660.

Programa Nacional de Inglés en Educación Básica (PNIEB). (2010). Fundamentos curriculares. Preescolar, primaria, secundaria. Fase de expansión. P. 9. Disponible en: https://www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/92641/FUNDAMENTOS-PNIEB.pdf

Reyes, M., Murrieta, G., Hernández, E. (2012). Políticas lingüísticas nacionales e internacionales sobre la enseñanza del inglés en escuelas primarias. Revista Pueblos y Fronteras Digital. 12. Pp. 167-197. Disponible en: https://www.redalyc.org/pdf/906/90621701007.pdf.

Santana, J., García-Santillán, A., Escalera-Chávez, M. (2016). Variables que influyen sobre el aprendizaje del inglés como segunda lengua. Revista Internacional de Lenguas Extranjeras. 5. Pp. 81, 83. Disponible en: https://www.raco.cat/index.php/RILE/article/view/316766/406862.

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